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Ella se mira en el espejo todos los días, y nunca se parece suficiente a si misma. Trata de subirles la autoestima a los demás, cuando el suyo está por el subsuelo. Y a pesar de todas sus dudas e inseguridades, ella actúa feliz y sonriente, incluso cuando lo único que pasa por su cabeza son palabras tristes y desoladas.

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Soy de ese tipo de chicas que se emocionan con nada. Que crean historias en su cabeza. Que a partir de nada crean un mundo. Ese tipo de chicas en las que nadie se suele fijar. De las que no tienen un físico increíble. De esas chicas que les gusta escuchar y ayudar a que la gente sonría por muy echa polvo que este por dentro. De ese tipo de chica que suelen considerar como la "rara" por no estar siempre con la gente del grupo haciendo el payaso. De las que vale la pena conocer en profundidad, conocer como realmente soy con los míos. De ese tipo de chicas que se enamorará del chico que menos la convenga, y se lo callará para ella. De esas que le ve pasar y suspira como tonta. De esas chicas que la timidez es más grande que ella. De las que quedan pocas. Y así más o menos, es como soy yo. Una chica más del montón.

¿Mi autoestima?

Siempre habrá alguna más bonita, delgada, divertida, relajada, inteligente, simpática, menos celosa, pasada a rollo, con mejor ropa, mejor pelo, mejores modales, y miles de cosas más, gracias a las cuales mi autoestima es una mierda.

Ella está cansada.

Ella no es de piedra, pero todo este tiempo ha intentado serlo. Ella finge estabilidad sólo porque está cansada de que la vean débil y la hieran de nuevo. A ella la rodea toda una multitud de gente pero está sola. Ella guarda todas sus penas anudadas en su garganta. Ella solo espera la desaparición, la llegada de la muerte. Está hastiada del mundo terrestre.

Una sonrísa. Solo una.

Me basta una sola sonrisa tuya para cambiar mi estado de ánimo, para hacer que estos días nublados se tornen los más soleados que jamás se hayan visto. Pero por favor, no me sonrías y me mires a la vez a menos de 10 centímetros de mis labios, porque me enamoro.